martes, 18 de mayo de 2010

Capítulo 5: Entre pasteles y príncipes.


No se si habrán pasado semanas o meses, solo sabía que el tiempo pasaba lentamente y yo hacia la misma rutina todos los días: despertar sola en una habitación gigantesca, alimentándome con la comida que me dejaban al lado de mi cama, mirar por la ventana to el día y luego volver a dormirme en la misma cama vacía.

Los días pasaban y no había vuelto a ver a Lucian, una parte de mí quería volver a verlo y mi yo mas inteligente (mi conciencia) me decía que me alejara, pero aun así seguía haciéndole caso a su lado mas estúpido que decía que quería verlo.

Aún así con los días me fui dando cuenta de que pasaba mucho tiempo sola en la habitación por lo que decidí comenzar a planear mi escape.

Lo primero fue ver si es que había alguna ventana por la cual pudiera salir, pero le resulto inútil ya que cuando me asome por la ventana, me dí cuenta de que me encontraba a mucha altura como para saltar (aprox. unos 4 pisos), por lo que tendría que encontrar otra salida, pero por un lado no quería tener que salir de la habitación y encontrarse con Lucian y su siguiente reacción de lunático/psicópata, pero tenía que sacar valor y encontrar una vía de escape, por lo que arregle mi ropa, me pare de la cama, lista para enfrentar a lo que hubiera fuera de estas puertas.

Los pasillos se encontraban desiertos y lo asombroso es que esta ves no tenía miedo ya que a diferencia de la noche anterior los pasillos eran luminosos gracias a la luz que entraba por los ventanales del castillo.

Camine sin rumbo hasta que encontré una gran puerta de madera, me detuve a pensar que habría al otro lado, me arme de valor... y entre. Me di cuenta de que había llegado a un comedor y para mi sorpresa se encontraba vacío. Había una gran mesa estilo colonial que adornaba la mayor parte del comedor. Me dirigí a la puerta mas alejada del comedor y entre. Dentro había una gran cocina que se encontraba equipaba con todo lo necesario, luego me dirigí hacia el gran refrigerador, cuando lo vi me dio un hambre infernal. Cuando abrí, mi vista se dirigió hasta un plato que contenía de un gran pastel de chocolate que me hacia la boca agua y me gire a ver si había alguien cerca, pero al no escuchar a nadie saco el plato con el pastel y busco un tenedor. Cuando los encontró se acerco y se metió el primer pedaso de pastel a la boca y se sintió en el paraíso.

Cerro los ojos y se imagino la última ves que había comido pastel de chocolate y a su mente vino el cumpleaños de Julie.

(Ese día Julie, Sally y yo hicimos una pijamada para celebrar el cumpleaños numero 16 de Sally. Estábamos viendo la nueva película de "Alicia en el país de la maravillas" mientras comíamos pastel en el living de su casa.

- Que raro sería quedar atrapado en un mundo extraño sola. (dijo Julie)

- Sip. (Decía Sally) Pero por lo menos siempre en estas historias siempre encuentras a tu príncipe azul, así que yo creo que valdría la pena.

- Si. creo que estoy de acuerdo con Sally, pero aun así valdría tanto la pena?. Ademas (continué) yo estoy segura que ya no deben existir príncipes azules.

-AYY!!! Eso solo lo dices porque crees que en este pueblo no hay príncipes. Pero quien te dice que allá afuera no hay alguien destinado para estar contigo?.(Dijo Julie)

- JAJAJA. Ya Julie, creo que te esta afectando ver tantas películas fantasiosas. (Puntualice riéndome mientras retomábamos nuestra atención a la película)

Mientras seguía comiendo me di cuenta de que lloraba ya que me preguntaba que estarían haciendo mis amigas es ese momento. Se pregunto si estarían bien y que estarían haciendo. De repente las palabras de Sally llegaron a su mente, y se dio cuenta de que Sally tenía razón. Estaba en un castillo, con sirvientes que la vestían y alimentaban, pero ¿su príncipe?. Su príncipe casi había propasado con ella y para colmo pensando en otra mujer. Aun recordaba su rostro, su hermoso cabello negro y sus brillantes ojos que brillaban en una total oscuridad. Pensó que tal ves Lucias al fin y al cabo fuera su príncipe azul.

De repente sintió una mano que le apresó fuertemente el brazo y me volteo hacia el.

- Que rayos haces aquí?!!! (Me grito furioso Lucian)

- Yo... yo (No podía decir nada, estaba aterrada)

- QUE!!! deja de balbucear (desvió su mirada hacia el pastel) que rayos haces comiendo esto?!!! Quien te dio permiso. AHHH!!!

- ... (Yo no podía dejar de temblar, me daba mucho miedo verlo así)

- Ven conmigo. (Dijo mientras me jalaba y me llevaba rápidamente por el pasillo, cuando me di cuenta de que íbamos a su habitación)

Cuando llegamos, me empujó dentro pero antes gritó el nombre de una mujer la cual después de unos pocos segundos entró a la habitación y se acercó a mi con unas cintas de tela en sus manos. Yo solo vi aterrada a Lucian el cual cerro con pestillo la puerta y se acercó y sentó en un sillón frente a la cama con la mirada hacia la pared. La mujer tomo una de mis manos y le ató una de las cintas la cual luego ató al poste a los pies de la cama. Cuando me di cuenta de lo que sucedería comencé a moverme incontrolable mente mientras mientras gritaba y miraba a Lucian.

- Por favor!!! no lo volvere a hacer!!! por favor!!!

- Esto te enseñara que no debes desobedecerme. Yo soy tu dueño y no dejare que hagas lo que quieras.

- Esta lista amo (Dijo la mujer)

- Entrégame el látigo y vete.

Vi como se alejaba la mujer y salia por la puerta dejándome sola con Lucian. Me percate que tenía ambas manos atadas a los postes de la cama.

- Arrodíllate.

- No por favor (Ya no me quedaban fuerzas para gritar, solo me quedaba rogar)

Sentí como quedaba parado detrás mio y se inclinaba. Me voltee y vi como me miraba con repulsión.

- Después de esto nunca mas volverás a desobedecerme.

Y luego vi el látigo en su mano y me di cuenta de que pasaría.

- Quédate quieta ya que si fallo volveré a comenzar. Entendiste?

Yo solo asentí y me prepare para lo peor.

El primer golpe del látigo me hizo perder el aliento y gritar. Las lagrimas fluían con fuerza por mi cara mientras esperaba a que todo acabara. Después de aproximadamente 10 minutos y uno 20 latigazos, salio de la habitación sin decir nada y la dejo ahí atada y herida. Su espalda estaba hecha polvo pero en su corazón era lo que mas le dolía porque se dio cuenta de que Lucian jamas sería su príncipe azul.

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